Cada 21 de mayo se celebra este día para recordar los orígenes del té y reconocer su producción.
Con más de 5.000 años de historia y tradición, el té es una de las bebidas más antiguas y además, es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua. Sus aportes se extienden más allá de lo gastronómico, incluyendo el ámbito de la salud, la cultura y el desarrollo socioeconómico de diferentes poblaciones.
¿Por qué un Día Internacional del Té?
Según la FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el cultivo de té se realiza en zonas con condiciones agroecológicas específicas, brindando sustento a más de 13 millones de personas implicadas en su producción. La celebración propuesta por la Asamblea General de las Naciones Unidas pretende reconocer la labor de las familias de agricultores y los grandes productores que trabajan para llevar este producto a diferentes partes del mundo.
Al mismo tiempo, incluir esta fecha en el calendario, busca analizar la producción de té y mejorarla de manera constante, con el propósito que sea una actividad cada vez más sostenible en el tiempo, tanto para las personas como para la cultura y el medio ambiente.
El té, patrimonio cultural y futuro de diferentes civilizaciones, tiene un día de celebración para asegurar que su tradición no se pierda y su impacto en la economía mundial se valore.
Desde La Selva lo celebramos todos los días, pero cada 21 de mayo recordamos la importancia de sus orígenes y el impacto que su producción puede tener. Por eso, te invitamos a sumarte con una exquisita taza de té preparada con la selección que prefieras hoy, de nuestras más de 30 variedades de té - con hierbas, saborizados o mezclas - ya sea en saquitos o en hebras.
La Selva, es cosa buena.