Aunque el té y las infusiones pueden prepararse durante todo el año, son grandes aliados para tolerar las temperaturas del verano. Esta bebida consumida durante las estaciones calientes puede refrescarnos y al mismo tiempo nutrir el organismo.
Asociados a propiedades antioxidantes y estimulantes, los tés e infusiones se asocian a beneficios como una mejor atención, memoria y capacidad intelectual. Además, cada uno de ellos puede poseer propiedades particulares de acuerdo a las hierbas que incluya.
En verano, estas ventajas pueden aprovecharse de manera creativa y fresca, siguiendo estos pasos:
1) Colocar 3 o 5 saquitos de té o de la infusión seleccionada en una jarra grande. En caso de desearlo, se recomienda incorporar hojas de menta, canela en rama, rodajas de algún cítrico, vainilla, frutillas o lo que te guste más.
2) Incorporar agua caliente a la jarra, y dejarla enfriar a temperatura ambiente. Luego colocar en la heladera.
3) Sumar a la bebida ya fría el endulzante deseado: miel, edulcorante, azúcar, etc.
¡Y listo! En tres pasos tenés una bebida perfecta para refrescar los días de verano, con decenas de propiedades para tu organismo, y sumamente original.